Al caer la noche hileras de farolillos rojos alumbran las calles y es entonces cuando el "cuento chino" se hace realidad.

Jiufen y Jinguashi, dos pueblos de fantasía

Jiufen y Jinguashi son dos antiguos pueblos mineros que vivieron su época dorada, y nunca mejor dicho, durante la era japonesa. En los años 30 Jiufen llegó a ser tan próspero que se conocía como “la pequeña Shanghai”.

Hoy día son un importante reclamo turístico en la costa norte de Taiwán y una visita muy atractiva para los turistas, pues las casas de té y los principales edificios conservan la estructura y el estilo japonés de aquella época.

La película “El viaje de Chihiro” fue inspirada en las callejuelas estrechas de farolillos rojos, los puentes y los balcones de madera de la encantadora ciudad de Jiufen.

Templo en las alturas

En Jinguashi está el Gold Ecological Park, una recreación de la vida minera del pueblo cuyo principal atractivo es el lugar privilegiado en el que se encuentra. Más de cien escalones de piedra suben hasta lo alto de la montaña donde descubrimos las ruinas del Templo Dorado (Huángjin Shénshè). La vista desde allí arriba es sobrecogedora: montañas, cascadas y de fondo el mar.

Explosión de color en Jishan St, la calle principal de Jiufen

The Golden Waterfall

La llaman la “Cascada dorada” porque arrastra restos de hierro y cobre que colorean las rocas de amarillo y el reflejo del sol en el agua las hace brillar como el oro.

Fulong

Es la playa más popular de la costa norte de Taiwán y una de las más accesibles, pero es privada, por lo que para entrar hay que pagar al hotel al que pertenece 70 dólares, unos 1'50 euros.

Está dividida en dos partes; a un lado el mar, con buenas olas para los surferos, y al otro, el río Suangshi, con aguas tranquilas y templadas.

El paisaje de Fulong es diferente en cada época del año; en ocasiones el nivel del río sube hasta unirse con el mar.

Dos semanas después de tomar estas fotos Fulong sufrió los efectos de fuertes lluvias y varios terremotos. Las autoridades taiwanesas recomendaron a los habitantes de esta zona alejarse de la costa durante unos días por el riesgo de tsunami.

Un terremoto de 6,1 grados en la escala de Ritcher sacude la costa este de Taiwán

Un terremoto de 6,1 grados de magnitud en la escala de Richter ha sacudido hoy la costa este de Taiwán a las 12:36 hora local.

El epicentro se ha situado a unos 135 kilómetros al sureste de la capital y ha tenido una profundidad de 17 km.

Las autoridades han advertido estar atentos a la evolución de las olas pero por el momento no se ha emitido una alerta de tsunami.
EFE

El tifón Parma, cada vez más cerca

Longshan Temple

Los fieles rezan, queman incienso, cantan, leen y lanzan las piedras sagradas; según la forma en que caen al suelo obtienen la respuesta a sus preguntas.

En la entrada, los monjes venden orquídeas para las ofrendas y pulseras de cuentas de jade; amuletos de buena suerte que protegen a quien las usa de cualquier tipo de mal.

Dentro del templo: espectáculo de colores. Flores, fruta, comida... Cualquier ofrenda es aceptada por los dioses.

La costumbre de quemar incienso está muy presente también en los hogares taiwaneses. En muchas casas hay un lugar sagrado para el incienso y las ofrendas a los ancestros. Si la casa es de varios pisos, el elegido para esta costumbre es el cuarto, porque en mandarín las palabras "cuatro" y "muerte" se escriben igual y sólo se distinguen en la entonación.
La superstición llega a tal extremo que en los hospitales se pasa del tercer nivel al quinto porque ningún enfermo querría alojarse en "el piso de la muerte".

En los templos, entre el humo del incienso, se encuentran personas de todas las edades y clases sociales.

Convivencia de religiones

En lo que a religión se refiere, la isla se caracteriza por la variedad. Aquí conviven católicos, musulmanes, budistas, taoistas y protestantes; de hecho, muchos combinan elementos de varias religiones según sus necesidades, en lugar de seguir estrictamente el camino espiritual de una de ellas.

El Templo Longshan, como la mayoría, está dedicado a varios dioses, pero su principal dedidad es Guanyin. Cada dios atiende a determinadas peticiones; la diosa Matsu, situada en el centro del patio interior, protege a aquellos que viajan por tierra o agua y les asegura un retorno al hogar sano y salvo. Sin embargo, aquellos que van a viajar por aire deben rezar al dios Guayin.